Como ya dije cuando la pagina cumplió cuatro meses que este mes de Octubre era muy especial porque quizás era de los mas tenebrosos que había y que esta pagina iba hacer algo especial por Halloween. Pues bien asimilando que quedan solo 10 días para esta festividad cada día va a ver algo relacionado con Halloween. Hoy empezamos con sus orígenes
La Víspera de Todos los Santos, Halloween, el Día de los Muertos, Samhain, la Noche de las Brujas, cualquiera cual sea el nombre, es una noche especial que precede al Día de todos los Santos (01 de noviembre), que ha sido considerado durante siglos como una de las noches más enigmáticas y misteriosas del año. Una noche de gran potencia energética, en un acto de honrar a nuestros antepasados y el día de los muertos. Es un momento donde los espíritus pueden cruzar libremente entre ambos mundos, desde el espiritual al físico
Historia
La ceremonia en honor a los difuntos se originó en la víspera de la celebración del Año Nuevo Celta, el 31 de octubre, que fue también el festival de la cosecha que marca el final del verano. Pero la celebración también representaba el mal presentimiento de los meses oscuros y fríos que estaban por venir. Esta fiesta también es llamada Samhain (el “señor de la muerte”), los celtas creían que las almas de los muertos podían volver a sus hogares terrenales por una noche. Como parte de las festividades, los sumos sacerdotes construyeron enormes hogueras en honor al dios sol, para ahuyentar a los malos espíritus y fantasmas para guiarlos a sus hogares. Cuando los romanos conquistaron a los celtas, las dos culturas combinaron los festivales de la cosecha romana y el Samhain. Alrededor del año 800 d.C, la Iglesia Católica comenzó a celebrar el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre para que la gente pudiera continuar sus celebraciones precristianas con la bendición de la iglesia. Una misa especial llamada “Todos los Santos” se llevó a cabo para honrar a los muertos. La noche antes del “Día de Todos los Santos” se convirtió en la víspera de Todos los Santos o como se conoce comúnmente, la noche de Halloween.
Era una creencia druídica, en la víspera de esta fiesta se convocaba a los espíritus malignos que en los últimos 12 meses habían sido condenados a habitar los cuerpos de los animales. Era una creencia pagana que en esa noche del año las almas de los muertos regresaban a sus lugares de origen para ser alimentados. Si no se proporcionaba el alimento y el refugio estos no se aparecerían, además estos espíritus malignos lanzaban hechizos y causaban desastres a los que no cumplían sus peticiones. Había una creencia predominante entre los celtas que la muerte de las almas de los hombres buenos eran llevadas al paraíso, pero las almas de los hombres malvados se quedaban entre la Tierra y la Luna, o del mundo del mas allá. En la actualidad, este día también tiene una especial celebración en el satanismo y la brujería, este es el día en que el mismo Satanás entra en “comunión” con sus seguidores.
El día de Todos los Santos
La celebración en la Iglesia Católica Romana, era conocida como el Día de Todos los Santos. El Día de Todos los Santos se originó en el siglo VII cuando el Panteón de Roma fue conquistado a los bárbaros, convertida en una catedral, cambiando su nombre a la Iglesia de la Santísima Virgen y de todos los mártires. Así, de honrar a “todos los dioses” (que es el significado de la palabra griega “panteón”), el Panteón se convirtió en el centro para glorificar a todos los santos. Este día que honra a todos los “sagrados” santos fue realizado por primera vez en la tarde del 13 de mayo, y fue conocido como el festival de Todos los Santos. El día fue autorizado oficialmente en el año 835 d.C. por el Papa Gregorio IV, para mas tarde trasladarlo al 1 de noviembre, coincidiendo con el Samhain. Todo comenzó en la tarde del 31 de octubre, que fue llamada la víspera de Todos los Santos. Del mismo modo que el panteón pagano fue arrebatado para sus propios usos, la iglesia añadió las costumbres del Samhain para cumplir su objetivo de convertir el mundo al catolicismo.
México, “El Día de los Muertos”
“El Día de los Muertos” combina creencias y costumbres aztecas con la celebración católica del Día de Todos los Santos. Al igual que los celtas, algunos nativos creen que sus antepasados regresarán a la tierra para visitar sus lugares favoritos y disfrutar de su comida y bebida favorita. Las familias limpian y preparan los cementerios creando altares con flores, especialmente caléndulas, la flor sagrada de los aztecas. Las velas iluminan el camino a los espíritus para disfrutar de la comida y recuerdos de su vida anterior. Los esqueletos son los puntos focales de sus celebraciones. A pesar de llevar el apodo del Día de los Muertos, la fiesta es en realidad una celebración de la vida.
En la antigüedad la gente estaba enterrada cerca de las casas de sus familiares y no había necesidad de decorar las diferentes tumbas y los altares caseros, ya que éstos estaban en el mismo lugar de residencia. En la actualidad los muertos son enterrados lejos de sus casas, y las tumbas están decoradas con la idea de que los muertos regresen allí primero. En algunos pueblos utilizan pétalos de flores para colocarlos en los caminos del cementerio hacia la casa para que los espíritus sean capaces de encontrar su camino. En otros lugares, la costumbre es pasar toda la noche en el cementerio, haciendo una cena, escuchando música, hablando y bebiendo toda la noche.
¿Noche de oscuridad?
Ha habido muchos cambios durante los siglos, pero la celebración a los difuntos ha permanecido igual con el paso del tiempo. En principio, la víspera de Todos los Santos es una noche de festividad en las que se abren muchas puertas hacia el mas allá, en algunas ocasiones dando paso a seres oscuros invocados por ciertos rituales nada recomendables.
Hay que recordar que es una noche con un gran poder energético y que nuestro mundo y el de “ellos” esta más cerca que nunca. “Abrir o no la puerta” dependerá de nosotros.
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