En la noche del 30 de octubre de 1938, la CBS Radio tenía previsto emitir un concierto en directo de Ramón Raquello y su orquesta, desde la sala Meridian en el Park Plaza de Nueva York. La actuación comenzó pero pasados sólo unos minutos un reportero de las Noticias de Radio Intercontinental interrumpió la emisión para difundir una importante noticia: “Los astrónomos habían detectado enormes llamas azules lanzadas desde la superficie de Marte”.
La emisión volvió a la música de Ramón Raquello, pero pasados pocos minutos otra vez se interrumpió con más noticias. Ahora se afirmaba que un extraño meteorito había caído en la Tierra, impactando violentamente en una granja cerca de Grovers Mill, Nueva Jersey. Un periodista se dirigió a la zona del impacto para describir la terrorífica escena cerca del cráter del meteorito, cambiando definitivamente la emisión para dar una cobertura continuada de este evento que se estaba desarrollando rápidamente. Los eventos que estaban ocurriendo alrededor del cráter del meteorito en Grovers Mill se intensificó rápidamente desde lo meramente extraño a lo siniestro. Resultó que el meteorito no era un meteorito. Era de hecho, una nave espacial con grandes tentáculos que estaba saliendo de debajo de la tierra para atacar a las personas ahí presentes con un poderoso rayo mortal. Según lo que estaba explicando el reportero, la gran nave eliminó rápidamente a más de 7.000 soldados armados que rodeaban el cráter, y avanzaba a través de los campos junto con otras máquinas extraterrestres. Los invasores de Marte eliminaban a su paso a las personas y las líneas de comunicación con sus rayos, al mismo tiempo que liberaban un gas tóxico negro que incluso penetraba las máscaras de gas.
Invasión extraterrestre
Los oyentes entraron en pánico convencidos de que la nación había sido invadida por seres extraterrestres. Muchas personas se abastecieron con mantas y suministros dispuestos a escapar de la invasión. Hubo un caso de una madre en Nueva Inglaterra, que según se informó, cogió a sus bebés y una gran cantidad de pan en un coche, pensando que “si todo se estaba quemando, el dinero no serviría de nada, pero el pan si”. Otras personas se escondieron en los sótanos, con la esperanza de que el gas venenoso no accediera a ellos. Todos y cada una de estas personas estaban convencidas que realmente se trataba de una verdadera invasión extraterrestre. Pero al amanecer, la CBS Radio informó que se trataba de una emisión de noticias totalmente ficticia, era la emisión semanal de Orson Welles y el Mercury Theatre. Esa semana en honor a Halloween habían decidido poner en escena una versión muy dramatizada y actualizada de la historia de H.G. Wells “La guerra de los mundos”.
La falsa retransmisión
La retransmisión tuvo una gran una audiencia, lo que demostraba el enorme alcance de la radio en ese momento. Aproximadamente seis millones de personas la escucharon, que según los expertos, casi un millón de personas entraron en pánico. Aunque oficialmente se afirmó que el número de personas que entraron en pánico fue mucho menor. De hecho, la cadena dijo que la emisión que desencadenó un gran pánico nacional era más que una broma pesada sin ninguna intención de engañar a nadie y que “durante la emisión, incluyendo el principio, se dijo claramente que se trataba de una obra ficticia”. Según los responsables de la CBS, el hecho de que cientos de miles de personas entraran en pánico pudo haber surgido porque los medios de comunicación exageraron las cifras para dramatizar el pánico.
Pero aparte de toda la controversia generada, realmente muchas personas entraron en pánico. Entonces la pregunta que se puede hacer es: ¿qué podría haber sido el causante para creer que la emisión era real? En primer lugar, muchas personas afirman que no escucharon el anuncio realizado a principios de la emisión informando que simplemente se trataba de una obra ficticia. Segundo, la situación mundial en 1938 proporcionó un contexto que permitió a muchos creer tal serie de acontecimientos. Las tensiones en Europa estaban en aumento y era muy común que durante los últimos tres meses las emisiones de radio eran interrumpidas para informar sobre noticias referentes al viejo continente. Algunas personas que entraron en pánico explicaron que pensaban que se trataba de una invasión alemana. Orson Welles, el creador del programa y “locutor” de la infame emisión, se disculpó por el pánico causado en su programa de radio debido principalmente a que lo consideró excesivamente cruel, manipulador y engañoso.
La conspiración del pánico
Según los más conspiranoicos, la emisión ficticia de “La Guerra de los Mundos” fue financiada indirectamente por la Fundación Rockefeller a través de “The Princeton Radio Project” y supervisado por los miembros del Consejo de Relaciones Exteriores. La Universidad de Princeton, bajo la supervisión del psicólogo Dr. Paul F. Lazarsfeld, Frank Stanton (después jefe de la CBS Radio y Televisión) y el Dr. Hadley Cantril, contrató a Orson Welles para que adaptase el famoso libro de H.G. Wells “La guerra de los mundos” para el formato de radio con el fin de estudiar el comportamiento de los ciudadanos en condiciones de emergencia. No sólo se trataba de crear el pánico ante una ficticia invasión extraterrestre, el programa fue diseñado con la intención de crear verdadero terror.
Este supuesto experimento secreto se utilizó para evaluar la susceptibilidad a las fobias, el fatalismo, el miedo a la guerra y comenzar a preparar a las personas para una falsa invasión extraterrestre. Las personas afectadas por el programa fueron entrevistadas posteriormente para conocer sus reacciones con variables como la religión, la educación, la marca del automóvil, materiales de lectura, seguridad laboral, etc… Más tarde se escribió un artículo titulado: “La invasión de Marte, un estudio de la psicología de pánico”, donde se centraba principalmente en el poder de los medios de radiodifusión y sus efectos sobre la población. Como curiosidad, al final de la emisión de radio original de “La Guerra de los Mundos”, Welles deja de hablar para dar paso a la voz de un comandante de artillería aéreo que repetía el código: “2X 2L llamando a CQ 2X… CQ 2L llamando… ¿hay alguien en el aire?”.
Según los conspiranoicos, 2X es una referencia a la “doble cruz” (dos X o cruces), “2L” es “To Hell (al infierno)”. En conjunto es: “Doble Cruz al infierno”. Toda una manera apropiada para poner fin a una emisión, con una falsa invasión extraterrestre creada para aterrorizar a los ciudadanos de los Estados Unidos con el fin de medir sus reacciones al estrés inducido artificialmente, como si las personas fueran simples insectos de laboratorio bajo el microscopio del Consejo de Relaciones Exteriores o incluso de los Illuminati. Aunque esta no fue la única vez que se utilizó la emisión de H.G. Wells para tales fines. En noviembre de 1944 la obra causó un pánico similar cuando fue transmitida en Santiago de Chile, y en febrero de 1949, una vez más despertó el pánico colectivo cuando se llevó a cabo desde una estación de radio en Quito, Ecuador.
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