Porqué soñamos es todavía un misterio en tiempos modernos. Los sueños llevan cautivando miles de años tanto a científicos como a filósofos, pero sólo recientemente han sido objeto de investigaciones empíricas. Pero incluso así, nunca ha podido se explicado este enigmático fenómeno muy común en todas nuestras vidas.
Sin embargo, sabemos que no todos los sueños son iguales. Algunos pueden se divertidos, aterradores, en algunos casos nos explican historias como si se trataran de una película, mientras que otros son erráticos, al azar y confusos. Pero cuando viajamos más allá nos podemos encontrar con sueños lúcidos e inolvidables para el resto de nuestras vidas. Son estos sueños los que parecen tener un significado profundo o mensajes para nuestras vidas.
¿Cómo se puede explicar esto? Los escépticos sostienen que debido a la gran cantidad de sueños que experimentamos, la mayoría de los cuales no tienen sentido y nos olvidamos de ellos con facilidad, siempre acabamos recordando los que parecen hacerse realidad. Esta sin duda podría ser adecuada para algunos casos, pero ¿la teoría escéptica puede explicar porque en muchas ocasiones los sueños nos muestran detalles asombrosos de un acontecimiento que acabó ocurriendo? La realidad es que ha habido muchos casos de sueños proféticos experimentados y bien documentados por personajes célebres de nuestra historia que han cambiado el transcurso de nuestra historia. En algunos casos, como con Abraham Lincoln, el sueño fue ignorado con graves consecuencias, mientras que otros se trataban de mensajes procedentes del más allá. Éstos son sólo algunos de ellos:
Abraham Lincoln
El sueño del presidente Lincoln sobre su propia muerte es quizás el más famoso de todos los sueños proféticos, que relató a su esposa sólo unos pocos días antes de ser asesinado por John Wilkes Booth.
“Hace unos diez días, me fui a dormir muy tarde”, dijo Lincoln. “Pronto comencé a soñar. Parecía que había un silencio sepulcral sobre mí. Entonces escuché unos sollozos tenues, como si un número de personas estuvieran llorando. Me levanté de mi cama y me dirigí abajo para saber lo que pasaba. Cuando llegué, el silencio fue roto por el mismo llanto lastimero, pero los dolientes eran invisibles. Pasé de una habitación a otra. No había ninguna persona, pero era capaz de reconocer los sonidos tristes. Yo estaba perplejo y alarmado. Decidido a encontrar la causa del misterio, seguí hasta que llegué a la sala Este. Ante mí había un sepulcro sobre el que descansaba un cadáver envuelto en vestiduras funerarias. A su alrededor habían soldados que actuaban como guardias; y había una multitud o personas, algunos mirando tristemente sobre el cadáver, cuyo rostro estaba cubierto, mientras que otros lloraban lastimosamente. “¿Quién ha muerto en la Casa Blanca?”, le pregunté a uno de los soldados. “El presidente”, fue su respuesta. “Ha sido asesinado”.”
Albert Einstein
Universalmente considerado como uno de los físicos teóricos más brillantes del siglo XX, Albert Einstein fue un ganador del Premio Nobel que hizo numerosas contribuciones a nuestra comprensión del tiempo, el espacio, la luz y las leyes naturales que gobiernan las partículas invisibles que conforman el cosmos.
Aunque la realidad es que fue mundialmente conocido por su teoría de la relatividad general y, especialmente, por su fórmula de equivalencia masa-energía expresada como E=mc². Pero muchas personas no son conscientes, sin embargo, de que un sueño tuvo que ver en su obra.
En el sueño, él estaba en un trineo descendiendo a gran velocidad por una ladera de una montaña. El trineo se desplazaba cada vez más rápido, y cuando levantó la vista al cielo, pudo ver que las estrellas estaban cambiando en su apariencia mientras se acercaba a la velocidad de la luz. Esa fue la visión de la relatividad en el trabajo.
Mark Twain
El sueño profético que el escritor estadounidense Samuel Clemens, mejor conocido como Mark Twain, experimentó le persiguió durante el resto de su vida. Cuando era joven, Clemens era un amante de la vida en el río Mississippi, lo cual le llevó a instruirse como capitán de barco. Su hermano Henry también le acompañó en la aventura de trabajar con él como capitán de barco.
En 1858, Henry estaba trabajando en el barco de vapor Pennsylvania cuando explotó y murió. Twain se vio devastado por la noticia y sobre todo por acudir al funeral de su hermano Henry. Pero lo sorprendente de esta historia fue que Twain al ver el ataúd de su hermano, rodeado de flores, se dio cuenta de que era exactamente como un sueño que había tenido días antes del terrible accidente. Años más tarde, Twain explicó que debido a que él convenció a su hermano Henry a unirse al comercio fluvial, se sentía responsable de su muerte.
César Augusto
La vida del gran emperador romano Augusto, fue salvada por el sueño profético de uno de sus confidentes. Durante una de sus campañas, Augusto se estaba recuperando de una enfermedad en su tienda cuando fue abordado por su confidente. Le dijo que había tenido un sueño profético, en el cual tuvo la visión de que su vida estaba en grave peligro y debía trasladarse inmediatamente.
Aún enfermo, Augusto al principio se negó a trasladarse pero su confidente estaba tan afectado por su sueño que insistió por todos los medios. Finalmente, Augusto cedió y se trasladó a un campamento ubicado en una localización diferente. Unas horas más tarde, el campamento donde estaba Augusto fue invadido por el enemigo. Si hubiera ignorado el sueño de su confidente y se hubiera quedado allí, Augusto habría sido capturado o asesinado y la historia que hoy conocemos seria completamente diferente.
Carl Jung
En esta lista de personajes importantes de nuestra historia no nos podemos olvidar el sueño profético del famoso psiquiatra y psicoterapeuta suizo Carl Jung. Al igual que su colega Sigmund Freud, Jung también es considerado un importante hombre de ciencia que dedicó su vida al estudio de los sueños y su simbolismo.
Pero fue uno de sus sueños que a día de hoy continúa siendo de gran controversia entre los expertos por su poderoso simbolismo. A principios de 1913, Jung se sintió profundamente conmovido por un sueño que estaba relacionado con una “inundación apocalíptica”. En su sueño, miles de personas sufrían, se ahogaban y morían.
“Vi una monstruosa inundación que cubría todas las tierras del norte, entre el Mar del Norte y los Alpes”, escribió Jung. “En el sueño, cuando llego a Suiza vi que las montañas crecían para proteger a nuestro país. Me di cuenta de que se trataba de una gran catástrofe. Vi poderosas olas amarillas, escombros flotando por todos lados, y los cuerpos ahogados de miles de personas. Entonces el mar se convirtió en sangre. Pasaron dos semanas; entonces la visión se repitió, en las mismas condiciones, incluso con mayor intensidad que antes, pero la sangre destacaba aún más. Y una voz interior me dijo: “Mira bien; es totalmente real y así será. No se puede dudar de él”.”
Al año siguiente, en julio de 1914, comenzó la Primera Guerra Mundial, un conflicto de cuatro años en los que más de 9 millones de soldados y 7 millones de civiles murieron dando paso a una nueva civilización. Pero también cabe destacar que en la actualidad, el sueño de Jung continúa debatiéndose en ciertos círculos, debatiéndose si se trataba realmente de un aviso relacionado con la Primera Guerra Mundial o sobre un acontecimiento que ocurrirá en un futuro próximo.
Sueños proféticos, toda una realidad
Como hemos podido comprobar, los sueños premonitorios no son experimentados por personas anónimas, personajes ilustres de nuestra historia también han compartido este tipo de experiencias que la ciencia no puede explicar. Todo esto parece sugerir que este tipo de experiencias parecen anticipar un acontecimiento futuro que razonablemente no se han deducido a partir de una información antes del evento. Estas profecías (o premoniciones o precogniciones) nos llegan con más frecuencia a través de nuestros sueños y es más común de lo que nosotros nos pensamos, únicamente tenemos que saber prestar atención. ¿Has tenido algún sueño premonitorio? Si es así, comparte tu experiencia…
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