A lo largo de la historia ha habido muchos casos sobre familias que fueron sometidas a la furia de fuerzas invisibles cambiando sus vidas para siempre. Uno de estos casos fue el de una familia británica en Enfield, Inglaterra. Ellos fueron testigos de una gran cantidad de fenómenos paranormales ocurridos a finales de 1960 y principios de 1970. Este caso inusual, mostró los signos clásicos del poltergeist pero con una diferencia, a todo esto se le sumó una aterradora aparición en su propia casa, conocido como el “El Monje Negro De Pontefract”.
Comienzan los fenómenos paranormales
Los fenómenos poltergeist hicieron aparición en la noche del 1 de septiembre de 1966 en la casa de Joe y Jean Pritchard y sus dos hijos, Phil de 15 años y Diana de 12, en el pequeño pueblo de Pontefract, Inglaterra. Joe y Jean y su hija se fueron de viaje, mientras que Phil se quedó en la casa con su abuela. La primera noche aterradora comenzó inocentemente, la abuela estaba sentada en el sillón mientras se dedicaba a la costura mientras Phil se encontraba con los amigos por el barrio. Sin embargo todo cambio cuando Phil entró en la casa seguido por una “inusual brisa fría”, causando que la puerta se cerrara de golpe varias veces por sí misma. La abuela y Phil se quedaron paralizados, ya que sintieron una extraña presencia cerca de ellos, pero no le quisieron dar la más mínima importancia.
Phil fue a directo a la cocina para beber agua y al regresar al salón tubo una extraña visión, un fino polvo blanco estaba cayendo justo debajo del techo y directamente sobre la cabeza de la abuela. La mujer de edad avanzada y Phil vieron como el polvo parecía caer de la nada, sin explicación aparente. Los dos se miraron con asombro, ya que estaban presenciando un extraño fenómeno más allá de la comprensión humana.
Los dos también empezaron a ver como grandes charcos de agua se formaban en el suelo de la cocina delante de sus ojos. La abuela inmediatamente llamó a la compañía de agua para informar del extraño fenómeno, ya que podía ser una posible fuga de agua. Rápidamente un técnico de la compañía del agua acudió al domicilio, que después de ver el fenómeno se quedó tan perplejo como la abuela y Phil. El técnico no pudo explicar lo que estaba viendo y se marchó sin poder solucionar la extraña fuga. Al principio, Phil y la abuela no estaban asustados por los extraños fenómenos que estaban ocurriendo en la casa, hasta que una gran y pesada cómoda comenzó a balancearse y a moverse sin que nadie la empujara. Fue en ese momento cuando no dudaron en abandonar la casa para ir a la casa de unos parientes cercanos.
Cuando Joe y Jean regresaron de su viaje, Phil y la abuela explicaron todo los extraños sucesos que habían ocurrido en la casa durante su ausencia. Joe Pritchard, era conocido como “un tipo duro” en la zona y sobre todo no creía ni en fantasmas ni demonios. Pero el escepticismo de Joe pronto cambiaría para siempre.
Terribles fenómenos en la casa de los Pritchard
A medida que pasaban los días, la actividad paranormal aumentaba en la casa. Las sabanas eran arrancadas de sus camas y extraños golpes se escuchaban en toda la casa durante todas las horas del día, como si unas grandes manos fuertes estuviesen golpeando las paredes. Joe no podía explicar todo lo que estaba sucediendo en la casa y cansado de todos estos fenómenos sin explicación pidió ayuda a algunos vecinos, explicándoles que una “fuerza desconocida” estaba atacando a su familia. Los amigos de Joe le recomendaron a un hombre llamado Sr. O’ Donald, quien era un experto en fantasmas y tal vez podría ayudarlos. Joe estaba tan desesperado que pensó que el Sr. O’ Donald podría ayudar y quizás responder a algunas preguntas sobre lo que estaba pasando.
Cuando llegó Sr. O’ Donald, los Pritchards le explicaron todos los extraños fenómenos que habían estado sufriendo hasta la fecha. Después de una extensa investigación por la casa, el Sr. O’ Donald sabía exactamente lo que estaba ocurriendo en la casa, le dijo a los Pritchards que estaban siendo víctimas de un poltergeist. Los Pritchards no tenían ni una sola pista en cuanto al origen del poltergeist, por lo que el Sr. O’ Donald les explicó que a los fantasmas “disfrutaban” arrancando las fotografías de la familia. Después de que el Sr. O’ Donald se marchara, la familia escuchó un gran estruendo procedente del piso de arriba. Joe y Jean corrieron escaleras arriba y encontraron su fotografía de boda rasgada por la mitad. Al parecer esta fuerza invisible tenía la capacidad de escuchar todo lo que se decía en la casa.
Durante semanas, los Pritchards soportaron violentos golpes en las paredes y los objetos en la casa eran rotos por fuerzas invisibles, sin embargo, decidieron que ya era suficiente cuando su hija, Diana, fue víctima de un ataque por parte de una entidad. Prácticamente todas las noches la niña se caía de la cama al suelo pero una noche, cuando la familia se sentó en la sala de estar observaron con horror como una presencia invisible cogió a Diana por el jersey y la arrastró por las escaleras. Joe pudo recuperar a su hija de las garras de las manos invisibles, pero los fenómenos ya estaban atacándoles físicamente. Los Pritchards decidieron contactar con un sacerdote para que realizara un exorcismo.
El exorcismo
En algunos casos cuando se realiza un exorcismo los resultados pueden ser desastrosos. La mayoría de los investigadores coinciden en que un exorcismo puede hacer que la actividad paranormal se vuelva más violenta, y este fue el caso de la familia Pritchards. Cuando el sacerdote terminó de realizar el exorcismo, un fuerte golpe sonó por toda la casa como si se tratara de balas de un cañón resonando en las paredes, además de que un candelabro “floto” por delante de la cara del sacerdote. El sacerdote estaba tan aterrorizado por el episodio que salió corriendo de la casa gritando que una presencia maligna habitaba en su casa.
Pero también ocurrieron episodios poltergeist menos violentos, incluso graciosos. Una tía había venido a visitar a la familia al enterarse de los fenómenos extraños que estaban ocurriendo en el hogar. Ella era muy escéptica, por supuesto no creía en fantasmas. Cuando la tía entró en la casa, la puerta del refrigerador se abrió y una jarra de leche “voló” por la sala deteniéndose encima de la cabeza de la tía escéptica. Todos vieron como la tapa se desprendió y el contenido se roció sobre la cabeza de la tía incrédula. Cabe decir que la tía se convirtió en creyente y nunca regresó.
El Monje Negro de Pontefract
Después de este episodio poltergeist más divertido, todo parecía volver a la normalidad en la casa, hasta que apareció “el monje”. Una noche, Joe y Jean estaba en la cama cuando ambos fueron despertados por un extraño sonido en su habitación. Mientras la pareja miraban a los pies de la cama observaron un hombre alto envuelto en un manto negro que se parecía a un monje. La pareja observó atónitos como el monje despareció en el aire. Cuando Joe le dijo a una de sus vecinas sobre su visión de la aparición, la vecina le explicó a Joe una curiosa historia. Cerca de ahí hubo un monasterio desde el año 1090 al 1539. Al parecer, un monje cluniacense fue acusado de violación y asesinato de una joven, unos hechos que le llevaron a la horca que curiosamente se encontraba en sus terrenos, pudiendo ser el monje el causante de los fenómenos poltergeist en la casa.
En les meses siguientes el monje negro hizo numerosas apariciones aterradoras, en muchas ocasiones simplemente mirando a los miembros de la familia antes de desaparecer, sin embargo, un día el monje parecía haber salido de la casa y la actividad poltergeist llegó a su fin, después de dos largos años sufriendo episodio que aterrorizaron a toda la familia. Misteriosamente fueron capaces de recuperar algo parecido a una vida normal.
¿Los hechos ocurridos en el la casa de los Pritchard fueron un engaño, como algunos han querido hacernos creer? ¿O realmente el monje negro de Pontefract fue un caso legítimo de fenómenos paranormales que casi provoca que una familia pierda su cordura? Este otro caso que tendrás que decidir por ti mismo.
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